La importancia de tener buenos hábitos
Anders Ericsson es un psicólogo sueco reconocido internacionalmente por sus investigaciones de la naturaleza psicológica de la experiencia y el rendimiento humano. Tras treinta años de estudio de la inteligencia de los expertos, de los fuera de serie, de los genios, intentando descubrir su secreto, afirma que el talento no es una propiedad innata, sino aprendida. No hay genialidad sin esfuerzo. En parte, la genialidad es, precisamente, la capacidad de esforzarse.
Según él, lo que permite alcanzar la maestría —la expertise— es la práctica deliberada.
Seguro que casi todos habéis visto la película Amadeus, que cuenta la historia de Antonio Salieri quien sufre de haber nacido en la época de Mozart, un genio, según su punto de vista, poco disciplinado y un tanto vulgar. Salieri no puede soportar que Dios haya elegido a un ser que él considera despreciable y no a él como receptáculo de un don tan extraordinario.
Es una historia muy bonita digna de una película pero que poco tiene que ver con la realidad.
Mozart, sin duda alguna, era un niño prodigio, que además contaba con el apoyo incondicional de su padre, un reconocido compositor y pedagogo. En cuanto se dio cuenta de que su hijo tenía talento y sobre todo mucho interés por todo lo que tenía que ver con la música, le facilitó todas las condiciones para que su capacidad floreciera. Pero nadie trabajaba más duro que Mozart; con 28 años tenía las manos completamente deformadas por la cantidad de horas de práctica.
Su dedicación y su capacidad de foco eran tan grandes como su talento. De no ser así no podría haber dejado tanto legado musical; más de 600 obras para todos los instrumentos, ni ser considerado uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.
Cómo mantener un hábito: mis trucos
Si todavía sigues leyendo, voy a explicarte cómo los pequeños actos repetitivos, definición básica de hábitos, pueden ayudarte a llevar a cabo tus objetivos y mejorar tu calidad de vida.
Por muy pretencioso que suene, nuestro futuro será el reflejo de lo que dedicamos tiempo hoy y a lo que prestamos atención. Estará tejido por las pequeñas desiciones que hacemos cada día. Si hoy en vez de ir a yoga decides tomar unas cañas y mañana también… bueno ya me entiendes…
Ahora, ¿cómo podemos anclar los nuevos hábitos? ¿Cómo hacer que permanezcan en nuestra vida?
Te dejo unos pequeños trucos que utilizo y que me funcionan:
- Elige un número de hábitos que sea real. Esta claro que si te propones 10 cosas nuevas a la vez lo más probable es que no vas a poder con ninguna. Aquí te cuento sobre mi ayuno o ekadashi, uno de mis hábitos principales.
- Tiene que ser medible. ¿Cómo sabrás que hoy has cumplido con lo que te has propuesto? Otra vez, empieza por algo pequeño (en vez de proponerte 2 horas de práctica diaria y frustrarte por no haber cumplido el objetivo, no será mejor empezar con 5 saludos al Sol?) 🤔 A pesar de que no se me ocurren otros ejemplos que no sean relacionados con él yoga, 🤣 está claro que lo puedes aplicar a cualquier ámbito de tu vida.
- Es realmente útil llevar el registro de tus hábitos para poder ver si de verdad estás cumpliendo con ellos. Para esto necesitarás un Habit Tracker o lo que es lo mismo una hoja de seguimiento de hábitos y si es bonito mejor que mejor 😉
Los hábitos que me ayudan a mantener una vida plena son: la práctica de yoga, meditación y una dieta saludable.
¿Qué hábitos forman parte de tu día a día? ¿Y cuáles te gustaría adoptar en un futuro?
Pd. Otoño siempre es una buena temporada para reforzar tus intenciones y propósitos, así como adoptar nuevos hábitos.